domingo, mayo 24

Otoño

Desperdiciando horas

Viví como querías en un mundo ideal. Viajando, descubriendo un fin de semana entre árboles y ríos, entre olas y atardeceres silenciosos con imágines para el recuerdo. Y qué recuerdo ! pues hoy ya va cayendo en el horizonte junto a ese Sol anaranjado que vimos caer allá en lo desconocido. Vivimos juntos otra vez más aceptando todo cuanto podiamos aceptar. Mi locura y tu madurez terminaron por encadenarnos en un espacio extraño como en esta canción...

Las mentiras terminan por revelar la verdad. Nuestras charlas que no paraban y mi silencio que tampoco lo hacía. Tus palabras eran mares enfrentadas a mis gotas de lluvia. Mi silencio abrazaba y confundía al tuyo. Las palabras sobraron miles de veces pero no supiste ver aquel silencio. Fue extraño entre copas de vino y tabaco que no supieras ver mi alma a través de mis ojos, pues mi silencio siempre te abrazó y te demostró que es sólo cuestión de sentir en ese mundo ideal. No son las palabras, sino las mentiras que fabricaron finalmente tu mundo ideal. Siempre estaré, siempre recordaré aunque no viviré de ellos. El presente me muestra otro mundo ideal, uno en el cual puedo entregar silencio y recibir amor. Un mundo que, encerrado en un ciclo de humanidad y destinado a terminar pronto, sabrá sobrevivir a todo. Aquí o lejos en otro mundo. A finde cuentas, siempre abrá alguien dispuesto a vivir una verdad. Sea cual sea su destino.

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